Confianza en la red

Deja de buscar empleo. Busca trabajo. 31 May, 2011

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En Confianza en la red hemos hablado de de dejar de buscar empleo y de buscar trabajo con María Luisa Moreno Cobián, RR.HH. de vocación y profesión, se dedica al desarrollo profesional de las personas, y los procesos de transición profesional. Estudió una carrera que nunca ejerció, trabajó 15 años en el sector financiero e hizo un master en marketing que ahora aplica al mundo de los RR.HH. Sus ideas, emociones, experiencia y conocimiento las comparte en Zumo de Empleo.

Puede escuchar la entrevista completa con el siguiente reproductor:

La situación indiscutiblemente dramática y los cambios que está viviendo el sector laboral nos obligan a adaptarnos, a flexibilizarnos y replantearnos la manera de ver nuestra propia empleabilidad.

Quien busca un empleo y tiene en mente la imagen del puesto vitalicio, el *empleado fijo* en Telefónica, donde mantiene una relación paterno-filial con la empresa hoy por hoy no hará más que darse contra un muro, un muro de frustración.

El mercado laboral está girando sobre su propio eje y busca otro tipo de relación entre el empleado y el empleador, una relación más basada en la aportación del profesional a los proyectos que la dependencia del empleado con respecto a la empresa.

Los empleos son cada vez más temporales, y las empresas seleccionan a la gente por sus especialidades, su valor añadido y su actitud hacia el trabajo conforme lo necesitan en un periodo determinado de tiempo, y estos cambios no se van a revocar con el final de la crisis, es un tanto ingenuo pensar que la dinámica volverá a ser la que era hace cinco años, simplemente porque una transformación tan profunda por la que estamos pasando cambia las cosas, y las cambia para siempre.

Lo que debemos hacer es adaptarnos a las nuevas reglas del juego: si se han llevado las cartas, no tiene sentido empeñarnos en seguir jugando al chinchón.

¿Qué opción hay entonces, cómo se encuentra trabajo en vez de empleo?

Lo que planteo es que hay que tener un plan B.

Un plan B que supone dejar de depender de esa manera casi patológica de “papá empresa”, algo que nos da mucho vértigo y miedo, pero cada uno debe poder decidir por sí mismo qué va a hacer, para quién y por cuánto tiempo. ¿Cómo se hace esto? Con un cambio de mentalidad: Pasando a gestionar nuestra carrera profesional como lo hacen los autónomos.

¿El futuro es, entonces, hacerse autónomo?

No, no significa que todos nos tengamos que hacer autónomos: lo que digo es que si aprendemos a gestionar nuestra carrera profesional COMO SI LO FUÉRAMOS, teniendo claro qué ofrecemos, siendo nuestro propio relaciones públicas, manteniendo viva la red de contactos, estudiando para estar actualizados, estando en contacto con la gente que más sabe de nuestro campo de actuación, etc… podemos trabajar por cuenta ajena y con un contrato fijo, pero cuando ese proyecto se acabe, y se acabará, estaremos preparados para pasar al siguiente proyecto sin que suponga un drama, sin que hunda nuestra autoestima, sin que afecte seriamente a nuestra vida personal, y en definitiva a nuestra felicidad.

¿Y cuáles serían los pasos a seguir para autogestionar nuestra carrera como si fuéramos profesionales independientes?

Primero: Identificar con claridad cuál es el servicio que ofrecemos. La forma de plantearlo es: todos somos capaces de solucionar un tipo de problema o de cubrir una necesidad específica mejor que los demás. Puede ser influir en las decisiones de compra de la gente, puede ser diseñar envases, puede ser cuadrar cuentas. Hay que aprender a escucharse para obtener esa respuesta.

Segundo: Una vez que hemos identificado ese algo que hacemos mejor que las demás cosas, hay que saber contarlo, hay que mostrar lo que somos capaces de hacer. Aquí juega una parte muy importante las redes sociales y profesionales, pero hay que saber usarlas. El 2.0 no es más que un escaparate, donde la gente se asoma a mirar, pero las redes sociales no te hacen interesante si tú no lo eres. Hay que utilizarlas como plataforma para mostrar lo que somos capaces de hacer; si te pones al fondo y te apoyas en la barra, no esperes a que alguien se acerque a invitarte a una copa.

Y finalmente, cuando sabes qué vendes y se ve claro en el escaparate, entonces es cuando vas a buscar dónde están las personas que tienen los problemas o necesidades que tú sabes resolver, y esto también se aprende a hacer de una manera eficaz. Al final, los contactos y el cara a cara es lo que cierra contratos.

Fuerza y valor!.